El peso y el nivel, dos aspectos a tener en cuenta
El peso de la persona también influye en la capacidad de control del esquí.
Por ejemplo, una persona más ligera tendrá más dificultades para controlar y "girar" un esquí rígido. Si es este el caso, elige unos esquís flexibles o medios, y para los más pesados, esquís medios.
Hay que tener en cuenta que los esquís rígidos están diseñados para un nivel avanzado.
A la hora de elegir tus esquís, debemos conocer muy bien nuestro nivel de práctica e intensidad de uso. Existe una gran diferencia entre los esquís de nivel principiante y medio con los de nivel avanzado o experto, por ello debemos tener muy claro qué tipo de esquiadores somos. Si tienes poco nivel o esquías de forma muy poco frecuente lo primero que deberás tener en cuenta es la altura de los esquís. Entonces, cuanto más largos sean, obtendrás mayor velocidad, pero menor control.
En caso de ser una persona más experimentada, la altura del esquí dependerá de la disciplina deportiva que vayas a practicar:
- Si queremos hacer giros cortos y rápidos deberemos escoger un esquí más bajo con un menor rango de giro.
- Si buscas una conducción fuerte y velocidad la envergadura del esquí deberá ser mayor.
- Si lo que te gusta es salir de las pistas y esquiar sobre nieve virgen, te apasiona el freeride o el esquí de travesía, no olvides ir con tus accesorios de seguridad (pala, sonda o transmisor para avalanchas), ya que, en caso de avalancha se puede encontrar a los desaparecidos en el menor tiempo posible.
¡Cada minuto es vital! Además, necesitarás una pala y una sonda para poder sacar a las personas sepultadas. Como medida de seguridad, comprueba siempre al salir que todos los transmisores funcionan de manera correcta, y no olvides cambiarles las pilas, para no perder la emisión. Todo esto puede salvar tu vida o la de algún compañero.