Para correr necesitamos unas zapatillas, ropa cómoda y transpirable. A partir de ahí, puedes practicarlo en cualquier lugar.
Cuando encontramos las zapatillas que mejor se adapta a nosotros, no hay carrera que se resista.
¿CUÁL ES LA MEJOR ZAPATILLA PARA CORRER?
El área de práctica es lo primero en lo que tenemos que pensar al elegir nuestro calzado de correr. ¿Por qué? Porque las características de la zapatilla son muy diferentes según el terreno por el que corres.
Zapatillas de running
Si corres en ciudad, necesitas unas zapatillas orientadas al asfalto, independientemente de que en tu recorrido pases por parques o zonas de grava y adoquines.
Las zapatillas de asfalto o carretera proporcionan amortiguación y estabilidad, características indispensables para un terreno tan duro. Las ventajas de este calzado es su comodidad y ligereza.
Zapatillas de trail
Cuando tu entorno es la montaña, y corres por caminos ponte unas zapatillas de trail y evita resbalones o esfuerzos innecesarios al subir o bajar desniveles.
La mayor diferencia es el agarre de su suela, que evita daños al encontrarnos con piedras, y en la densidad de la medía suela, para terrenos menos duros en los que ayuda a aumentar la estabilidad.
Zapatillas de atletismo
Cuando pisas el tartán de una pista de atletismo y buscas sacarle el mayor rendimiento a tus zancadas no hay nada como unas zapatillas de clavos.
Estas zapatillas ofrecen una tracción y un impulso gracias a su suela, rígida en la zona del arco y con clavos en la punta que varían de longitud según la prueba. También para carreras de cross en terrenos embarrados.
Cada runner tiene una forma distinta de pisar, es importante que conozcas cuál es la tuya para elegir las mejores zapatillas.
Dependiendo de cómo pongas el pie cuando corres, determinará tu tipo de pisada: pronadora, neutra o supinadora.
Las zapatillas están diseñadas específicamente para proteger cada tipo de pisada.
¿Y tú cómo pisas?
Pisada pronadora
La parte que primero impacta es la parte exterior del talón. El impulso se realiza desde la parte interna a la delantera del pie.
(40 % de la población)
Pisada neutra
También pisada universal. El pie impacta sobre el suelo por el lado exterior del talón y la parte central del pie es la que apoya.
(50 % de la población)
Pisada supinadora
El pie impacta contra el suelo por el lado exterior del talón y sigue rotando hacia el exterior, volviendo a pisar con esta zona.
(10 % de la población)
Los beneficios del running son innumerables para empezar a practicarlo. Por ello hay muchos perfiles de corredores según sean sus objetivos y metas en la práctica de este deporte.
Running iniciación
El corredor que sale 1 o 2 veces a la semana por diversión, para mantenerse en forma de manera saludable.
Es importante la comodidad de las zapatillas para comenzar a entrenar, con amortiguación y libertad en cada zancada.
Running regular
Son los corredores que salen 3-4 veces por semana haciendo 4-5 kilómetros. El objetivo es ir mejorando poco a poco en sus tiempos.
Buscan zapatillas con amortiguación y la estabilidad en las zapatillas para seguir mejorando.
Running performance
Aquellos corredores que quieren mejorar sus objetivos y metas, además se preparan para correr carreras.
Eligen zapatillas con suelas más dinámicas para ahorrar energía y tiempo en cada zancada y a la vez proteger las articulaciones.
Las zapatillas según el deporte que se practique son distintas, en las zapatillas de running las características principales son: la amortiguación, la estabilidad, el dinamismo, el peso y el drop.
Te lo contamos todas las características técnicas aquí:
- La amortiguación: es la capacidad del calzado para absorber el impacto de la zapatillas cuando golpea contra el suelo. Está relacionado directamente con la comodidad.
- La estabilidad: es la capacidad que ofrece la zapatilla al corredor para que el pie y el tobillo este bien sujeto dentro de la zapatilla, y que no tenga que preocuparse por su equilibrio.
- El dinamismo : está en el material de la mediasuela, y hará que las zapatillas sean más o menos dinámicas en nuestras carreras, y que tengamos más impulso.
- Peso: el peso de la zapatilla afecta en cada zancada y también será diferente de si estamos entrenando o son para la carrera. El peso estándar de una zapatilla oscila entre 250 y 300 g, y los que son para las carreras pesan menos de 200 g.
- La flexibilidad: es la capacidad de la zapatilla para doblarse fácilmente.
- El drop: es la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie. Cuanto mayor es el drop, por encima de 8mm, la zona de apoyo será el talón, y cuando el drop es menor de 8mm será más la zona delantera del pie.
Las zapatillas tienen una vida útil, no es lo mismo ser un corredor ocasional que sale una vez a la semana a correr, que un corredor experto. La durabilidad de las zapatillas además depende de otros factores: el peso, la forma de pisar, el clima o el terreno.
Es recomendable ver las indicaciones que nos aconseja el fabricante. Una media que aconsejan los expertos es renovarlas alrededor de 700 a 900 kilómetros.
Suelas desgastadas
Las suelas desgastadas hacen que la suela no agarre tanto al terreno y pueden provocar lesiones. Además, es importante que no tengan desgarros, ya que hace más vulnerable a nuestro pie.
Desaparición de rebote
La sensación de amortiguación del material de nuestra zapatilla, se va perdiendo con el paso de los kilómetros. El retorno de energía va siendo menor.
Lesiones o dolores
El desgaste de la amortiguación y de la absorción, hará que vayamos perdiendo la estabilidad y que las articulaciones sufran.
Sea cuál sea tu objetivo a la hora de correr, lo más importante es elegir la talla adecuada que te asegure la buena sujeción del pie.
Suele ser un problema generalizado cuando te inicias en esta práctica deportiva, que al elegir la talla se piensa que es la misma que en cualquier calzado que usemos a diario, las zapatillas de correr deben quedar más bien grandes porque el pie se mueve dentro de la zapatillas y los dedos queden holgados en la parte delantera llegando hasta la parte de la zapatilla donde empiezan a estrecharse. Tanto con en la parte trasera para no provocar la fricción del talón.
Es importante, que cuando te pruebes las zapatillas, te aprietes los cordones para sujetar el empeine. La sujeción es uno de los factores fundamentales.
Calzátelas y pruébalas haciendo una pequeña carrera.
