¿Cómo utilizar bien las raquetas de nieve?
Antes de calzar: Hay una raqueta para el pie izquierdo y otra para el pie derecho, puedes comprobar si llevas la raqueta que corresponde a cada pie gracias al pictograma que indica esta información en el tamiz de la raqueta.
Ajuste: el ajuste de las raquetas es determinante para utilizarlas con total seguridad.
1/ el pie debe estar bloqueado (en puntera y talón) para optimizar la sujeción de la bota.
2/ las correas o las hebillas (según el modelo) deben estar ajustadas al máximo.
Elige tus raquetas en función de tu peso:
La elección de las raquetas de nieve se hace en función del peso del usuario (incluido el peso de su mochila) para que se pueda mantener sobre la superficie de la nieve. Es lo que denominamos la sustentación. Hay diferentes tallas de raquetas de nieve para ofrecer la mejor adaptación a las estaturas y a la práctica de los usuarios.
Nuestro consejo:
de 15 a 50 kg: modelo júnior.
de 40 a 80 kg: Tamiz pequeño a mediano.
de 60 a 120 kg: tamiz grande.
Alza de subida para una progresión más cómoda en los ascensos:
Elige unas raquetas de nieve con alza de subida para progresar más fácil y cómodamente durante el ascenso. Esta alza de subida desmontable permite sobreelevar el talón. Se utiliza durante las subidas pronunciadas para minimizar el efecto de la pendiente y de esta forma preservar sus fuerzas.
Utilización de bastones para tener mayor estabilidad con las raquetas:
Te aconsejamos utilizar un par de bastones para tener mayor estabilidad durante las salidas con raquetas de nieve. Sobre todo si tienes previsto evolucionar sobre relieves (pendiente, descenso...), o en nieve polvo, pues aumenta el riego de hundirte un poco más. Hay 2 tipos de arandelas, elige las arandelas anchas para mantener los bastones en la superficie.
Elige prendas transpirables para la práctica de senderismo con raquetas de nieve:
Tenemos tendencia a sobreequiparnos para las salidas en la nieve, por miedo a pasar frío. Sin embargo, andando con raquetas nos calentamos muy rápidamente.
¡Sigue la técnica de las 3 capas!
Esta técnica permite gestionar el aporte de calor en función del esfuerzo: quitarse una prenda cuando hace calor, ponérsela otra vez cuando hace más frío o durante las pausas. Si tienes demasiado calor, transpiras más y te enfriarás durante las pausas o las fases de descenso.
¿Vestirse siguiendo la técnica de las 3 capas?
Para vestirse bien en invierno, sea cual sea la actividad, te aconsejamos seguir la regla de las 3 capas:
capa 1: la prenda interior técnica facilita la evacuación de la humedad para conservar la piel seca.
capa 2: la segunda capa (forro polar, jersey) aporta calor y deja evacuar la humedad.
capa 3: la chaqueta protege de la intemperie: lluvia, nieve, viento.
Cada capa debe ser transpirable para poder evacuar la humedad.
ELIGE BIEN EL CALZADO
Para la práctica con raquetas de nieve, necesitas botas cálidas de caña alta, impermeables y transpirables. Prioriza también botas con un buen agarre para los tramos que realices sin raquetas (en el parking o cuando hay muy poca nieve...).
NO OLVIDES NUNCA LA SEGURIDAD...
Para el senderismo fuera de las pistas debes llevar mapas, brújula y/o GPS y un Detector de Víctimas de Aludes, una pala y una sonda. Estos tres elementos te permitirán ser encontrado en el caso de quedarte atrapado en un alud, o de buscar una víctima.Piensa en revisar los básicos de seguridad.
Reparación y SPV
Como diseñadores y practicantes respetuosos con el medio ambiente, nos preocupamos por la resistencia de nuestros productos, por ello diseñamos todas nuestras raquetas de nieve de la marca TSL para que se puedan reparar.
Encontrarás las piezas sueltas (puntas, hebillas...) en el taller de nuestra tienda Decathlon. En caso de problema, no dudes en llevar tus raquetas de nieve a tu tienda Decathlon para que las examinen.
¿Cómo funciona la garantía del producto?
Este producto tiene una garantía de 3 años desde la fecha indicada en el recibo de compra. El producto cubierto por la garantía será reparado gratuitamente o cambiado por otro. La garantía cubre los defectos del producto, excluyendo los que provienen del desgaste normal y de un uso inapropiado.
